31 jul 2008

El día 2 en la aventura en Chicago fue, por mucho, mejor que el primero, brindándome alegrías como compras en Best Buy, cena deliciosa en el Olive’s Garden y ganancias en el Horseshoe.

Algunas de las adquisiciones en una de mis tiendas favoritas en los Estados Unidos fueron:

• Guitar Heroe II. Para ampliar la variedad de rolas a tocar y no quedarnos siempre con las mismas.

• Guitar Heroe Aerosmith. Para rendirle tributo a Joe Perry y al suegro de todos, Steven Tyler.

• Playera de Gutar Heroe. Con un gran diseño para seguir dándole a ganar a Activision por ese excelente título.

• Audifonos. Con aislante de sonido para mayor fidelidad en las rolas comprimidas que reproduzco en mi iPod.

• Dexter temporada 1. Para tener algo que ver los fines de semana de flojera.

Y otras cosas más, por las cuales pagué un total mayor a 200 usd; al darse cuenta de esto la cajera amablemente me ofrece un trial suscription por 8 números a Sports Illustrated, le hago saber mi condición de extranjero pero ella insiste en que es una buena oportunidad, acepto y doy la dirección de mi tía. Ahora sólo tengo que procurar que no se me olvide que tengo que cancelar la suscripción en el octavo mes o de lo contrario me cargan 24 usd a mi cuenta.

Luego la visita al Horseshoe Casino. A pesar de haber tenido una buena noche en los craps quedé decepcionado del lugar, en pocas palabras: una mala imitación de los casinos de Las Vegas, algunas razones:

• La ambientación no es lo suficientemente agradable, en Las Vegas todo es apto para que habites el lugar, la temperatura, el olor, la música, los asientos, etc. acá lo intentan pero no lo logran.

• Las chicas que te llevan drinks no son ni por mucho tan guapas como las de Vegas, acá hay mucha latina que podrías ver en Parque Delta dando la vuelta con las amigas y afroamericanas de todos tamaños. Contadas con una mano las que valen la pena.

• En general la gente que va al lugar no es muy agradable, en Vegas ves grandes personajes y acá sólo ves al vecino promedio.

• Hasta las fichas son un poco más feas.

Desvelo hasta las 3 de la mañana de hoy y listo para seguir con la aventura.

30 jul 2008

Lo que pensé que sería más difícil no lo fue tanto, logré abordar el primer avión que salía a Chicago a pesar de tener un boleto sujeto a espacio. La terminal 2 del Benito Juárez; muy bonita y funcional.

Las turbulencias en al final del vuelo anunciaban que estábamos ya en la Cuidad de los Vientos (no precisamente Pachuca). Previniendo la situación una semana antes tracé mi ruta asistido por el maravilloso Google maps, los trasbordes en el tren y las calles que tenía que recorrer para llegar desde el aeropuerto de O’Hare hasta la casa de mi tía que me daría hospedaje.

Mis impresiones en el CTA (Chicago Transit Authority), nombre que tiene el tren citadino de esta ciudad fueron varias:

• El viaje en tren cuesta 2 dólares, carísimo en comparación a la Ciudad de México, sin embargo al abordar uno se da cuenta porqué.

• Los vagones están impecablemente limpios y bien cuidados, los asientos incluso tienen telita que los tapiza.

• El tipo de gente que viaja por ese medio es de lo más variada, encuentras desde el negro o el latino que es parte de una “ganga” (como les dicen acá a las pandillas) hasta gente de traje que trabaja en una oficina en el centro de la ciudad.

• Es muy fácil moverse en tren por la ciudad, todas las líneas van al centro y luego salen de nuevo por lo que es muy fácil ubicarse, además si hemos sobrevivido al metro Hidalgo a las 6 de la tarde todo es pan comido.

• Prácticamente la mitad de la gente viaja con iPod u otro reproductor de mp3, por lo que ni siquiera llaman la atención para asaltarlos. Bueno, me pareció el colomo, pero hasta via auna chica trabajando en su lap top abordo.

• A las afueras de cada estación del CTA que no está en el centro, hay una zona de estacionamiento para que dejes tu carro y te vayas en tren a tu trabajo o escuela.

Llego a la estación Pulasky y camino unas cuadras para llegar a la casa de mi tía, lo logro sin problemas; después de todo cuando uno es rata de ciudad no le cuesta mucho trabajo encontrar una dirección o en su defecto pedir indicaciones.

Al llegar al inconfundible porche de la tía toco la puerta con la intención de que salga y ver su cara de sorpresa al verme ahí con todo y maletas.

Toco el timbre, la ventana y nada, no me abre nadie. Lo único que me queda es llamar por teléfono, pero oooh sorpresa, mi teléfono celular ha sido suspendido, me lo cortaron puntualmente. Me dirijo hacia el teléfono público más cercano e intento llamar a uno de mis varios pariente en la ciudad pero de nuevo, sorpresa, el teléfono no funciona!! La ranura para depositar monedas está bloqueada.

Lo único que puedo hacer es sacar una llamada por cobrar a México. Me comunico con mi abuela y le pido auxilio. Ella hace un par de llamadas y mi celular suena, del otro lado de la línea escucho la voz de mi tía que me dice que en media hora está en su casa, no me queda más que esperar en el patio trasero.

Finalmente después de casi cuatro horas perdidas entre caminatas y llamadas telefónicas terminé cenando con mi tía en un restaurante cercano a su casa.
Después de todo el día uno llegó a su fin.

17 jul 2008

En una de esas pláticas nocturnas con mi buen amigo Arturo en las que tocamos infinidad de temas que parecen no tener ninguna relación uno con el otro, llegamos al lugar común que reza: “hay de todo en la viña del señor”, e hicimos un gran énfasis en la gente que se salta la lógica y el sentido común.

No quiero ponerme en el plan payaso y pretensioso de decir que todos están bien brutos menos yo, pero de verdad en ocasiones me impresiona que a algunas personas les cueste tanto trabajo resolver problemas que a otros pueden parecerles muy simples.

Infinidad de anécdotas podrían comprobar esto, por ejemplo:

Tienes una cuenta en la que te depositan tu sueldo y quieres sacar dinero en el cajero automático. Todo va bien hasta que el sistema te pregunta el tipo de cuenta que tienes; normalmente las opciones se limitan a Cuenta de Ahorro, Cuenta de Cheques y Tarjeta de Crédito. La respuesta puede parecer simple, sin embargo hay gente que elegiría Cuenta de Cheques o peor aun Tarjeta de Crédito. Como dijeran en otro blog: HECF!!!

En el ámbito laboral también pasa muy seguido el encontrarse con gente que si la sacas de su rutina no sabe qué hacer, es como si a un ratoncito de laboratorio entrenado para encontrar la salida del laberinto le cambiamos una sola de las paredes, seguramente después de desconcertarse mucho empezaría a caminar sin sentido, así le pasa a estas personas.

Puede ser que el tipo de trabajo que desarrollan sea sumamente mecánico y no les exija usar el intelecto, pero eso no los excusa de usarlo en otras situaciones y pues bueno, no le dejan a uno alternativa más que resolverlo uno mismo. Pueden ser buenos para su trabajo, siempre y cuando no se les exija pensar un poco más, porque entonces es cuando demuestran que la lógica fue sólo una molestísima clase que tomaron en la prepa.

En esos casos me digo (y en ocasiones les digo), ¿cómo es posible que yo que tengo unos días/meses/minutos aquí y no tengo toda le experiencia que tú tienes, te tenga que venir a decirte esto? De verdad hay veces que me da pena ajena y hasta me ruborizo por la situación.

Después de darme cuenta de que este tipo de gente abunda y está presente en los más diversos ámbitos de la vida, hasta me regocijo de la situación por varias razones:

Primero. Soy muy afortunado de que mis circunstancias hayan sido favorables para recibir educación académica, que mis círculos sociales me hayan exigido esfuerzos mentales y competencia.

Segundo. Me doy cuenta de que no estoy tan bruto y por lo tanto,

Tercero. Tengo más chance de destacar.

Dicen que en tierra de ciegos el tuerto es rey, entonces cuando uno se rodea de gente entre la que puede destacar todo se vuelve relativamente sencillo, pero cuando nos metemos con uno de nuestro tamaño, ahí es donde viene la preocupación porque, así como antes encontrábamos gente que parecía tener dos dedos de frente y no ver más allá de su nariz, ahora encontramos otros sumamente brillantes y que teniendo nuestra misma edad o incluso menos conocen y han hecho muchas más cosas que nosotros.

Eso representa un reto y hace del mundo en el que vivimos una eterna competencia. Somos muchos y por lo tanto aumentan las probabilidades de pasar inadvertido.

Algún caso que ustedes recuerden que compruebe o contradiga este post?